viernes, 28 de enero de 2011

Mujeres al volante.


Desde que soy una mujer trabajadora después de haber terminado un periodo de prácticas digamos “poco práctico”, no tengo tiempo ni de respirar. Corrijo, aún no se cómo organizarme el poco tiempo que tengo. Además esto ha venido después de una mudanza de 15 días non-stop, conclusión, he vuelto a fallar en mi tarea de escribir. Creo que mi capacidad multifunción se está empezando a ver mermada, aparte de que mi inspiración está un poco por los suelos últimamente. Pero esta mañana conduciendo mi moto de camino al trabajo me ha pasado algo que me hubiera hecho pararme en seco y aporrear el cristal de un coche, si yo fuera la persona violenta que no soy. Y debe ser que las subidas de ira y adrenalina desatan mi vena creativa, así que aquí estamos de vuelta.

Relato los hechos, teniendo en cuenta que esta mañana ha amanecido lloviendo, faena número uno cuando vas en moto. Iba yo tan feliz (lo feliz que una puede estar cuando sabe que tiene todas las papeletas de acabar como una sopa antes de llegar a la oficina), ataviada con mis mejores galas moteras, es decir, mi faldita mona y estupenda de súper-secretaria, mi camisa impecablemente arrugada por la “braga” para el cuello y la cara, mis botas hasta las rodillas para no perder los piececitos por congelación, y mi chaquetita medio pija concordante en color con el atuendo en cuestión. Y encima, mi súper chubasquero totalmente discordante en color con el atuendo en cuestión, que teniendo en cuenta todo lo que llevo debajo me hace parecer Enrique VIII. Además según salgo por la puerta del garaje y me sopla un poco de viento en los ojos empiezo a llorar como si estuviera cortando cebollas. ¡Guapísima donde las haya!

Pues con esas pintas iba yo por la A2 entrando en Avenida de América cuando conduciendo entre los coches veo que uno no solo no se echa a un lado para dejarme pasar, que es lo que suele pasar con la gente solidaria con los motoristas cuando les ve entre dos coches a punto de llevarse por delante uno, o los dos retrovisores, (ejem, que conste que esto nunca me ha pasado), sino que además se iba echando cada vez más hacia mi lado, y yo pensando, -es que la muy pava, (siento reconocer que en estos casos siempre son mujeres o taxistas, por mucho que me pese admitirlo), no tiene abierto el retrovisor derecho y no me ve-. Así que cauta de mí me aproximo lentamente y para mi sorpresa cuando llego a su lado y la tipa ¡¡se estaba maquillando!!. Mientras se pintaba un ojo, con el otro ojo veía para conducir, y claro, teniendo un coche delante con el que controlar la distancia de seguridad, ¿quien tiene un tercer ojo para mirar los retrovisores?, sobre todo cuando los llevas metidos para dentro. Al final he echado un par de lagartos y sapos por la boca para no colocarle el retrovisor en su sitio para que por lo menos pudiera ver cuando acabara de maquillarse, pero seguro que del susto se metía el rimel en el ojo y tampoco era cuestión de chafarle la faena.

Total que después de recorrerme medio Madrid he conseguido llegar a mi trabajo y entrar a tiempo de hacerme un total make over en el baño antes de que nadie me viera con semejantes pintas. Eso sí, las marcas de la “braga” del cuello y la cara, que llevo a modo de pasamontañas hasta la nariz, son cuando menos graciosas viéndome ya con mi atuendo de señorita.

martes, 7 de diciembre de 2010

Los hombres que no amaban a las mujeres.


Es indignante leer noticias en el periódico que por desgracia se repiten tan a menudo, de mujeres que mueren a manos de sus parejas o exparejas porque tuvieron la mala suerte o el poco coco de emparejarse con semejantes animales dementes en un momento determinado de sus vidas.

Opino desde el desconocimiento de no ser una mujer maltratada. Seguro que las mujeres que se encuentran bajo esta situación tienen mucho miedo, tanto que no pueden salir a gritar a los cuatro vientos que la persona que más debería amarlas lo hace de una forma tan enferma que acaba por matarlas a palos. Pero lo que no podemos permitir es que aquellas que le echan un par de huevos y van a denunciarlo, al final mueran apuñaladas a sangre fría en la puerta de sus casas, porque se han negado a aceptar cambiar de residencia, de vida, por un cenutrio que se ha empeñado en que tiene que estar con él o con nadie.

¿De qué sirve una orden de alejamiento que no deja de ser un papel que dicta un juez?. Como estamos comprobando, de absolutamente nada. Y ¿de qué sirve meter a esa persona en la cárcel si la mujer ya está muerta?, de absolutamente nada.

Propongo una tobillera eléctrica, conectada con algún tipo de receptor que lleve la víctima en sí, que de una descarga cuando el agresor se encuentre a menos de 500 metros de la víctima, flojita, por si ha sido “sin querer” el casi encontronazo.

Que de una descarga un poquito más fuerte si éste se encuentra a digamos 250 metros de la víctima, por si el “sin querer acercarse” no ha sido tan “sin querer”, para que se le quiten las ganas.

Y que de un calambrazo que le deje tieso como un pollo durante un ratito si se acerca a menos de 50 metros, para que al menos la víctima tenga tiempo de salir pitando gracias al aviso de su receptor. Y el agresor en cuestión no tenga otra que esperar a que se persone el Samur con la policía, porque no pueda ni moverse del sitio.

Eso, sí sería un método de alejamiento efectivo. Sobran más palabras.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿DONDE ESTÁN LAS “IKEACASAS”?


Tras ver una publicidad de lo más tentadora en la web de IKEA, algo así como “compra una cómoda de 60 € el domingo y te regalamos un vale de 25€”, ¿quien se podía resistir a semejante tentación?

Así que me vi dicho domingo a la una de la tarde entrando camuflada entre un mar de coches que intentaban ser los afortunados en aparcar en la puerta, cuando se veía a la legua que como no te subieras encima de otro coche o aparcaras en una plaza de minusválidos, iba a ser jarto complicado.

Total que después de aparcar donde cristo perdió la chancla conseguimos entrar en el macromundo de microcasas que es IKEA. ¡Me encanta¡, ver todas las ideas que representan y dejar volar tu imaginación, lástima que el domingo íbamos con prisa e intentando esquivar los doscientos mil carros abarrotados de cosas que iban en todas direcciones… todo para no comprar la cómoda al final, y aguantar una cola de 25 minutos con todas las cajas abiertas.

En una situación “normal” te recorres todo el circuito por supuesto estratégicamente colocado para que de repente te entren ansias imperiosas de tirar tu casa abajo y reconstruirla de nuevo, y en el momento en que llegas a las cajas tu mente ya no es tu mente, porque debe haber algo en el aire según entras, o en la música a modo de mensaje subliminal, que te hace desarrollar un curioso sentido de la decoración del que nunca habías sido consciente, interesarte por todo tipo de objetos de decoración completamente absurdos e innecesarios como millones de velas como si tu casa aspirara a monasterio budista, o troncos de bambú enrollados sobre sí mismos; desear espejos de todas las formas y tamaños en cada rincón de tu hogar y colgar en tus paredes cuadros de piedras como si sólo esa imagen pudiese dar el toque que le faltaba a tu salón. ¿A quien no le ha pasado? Y de repente te ves con dos carros hasta arriba cuando tú pensabas comprar sólo lo que te entrase en la bolsa amarilla, con la VISA IKEA en una mano y la IKEA Family en la otra, que te acaban de encasquetar, y pagándolo todo en 12 cómodos plazos… Eso sí, a ver cómo lo metes todo ahora en el Peugeot 206 que tienes aparcado en la otra punta del megaparking.

Yo de todas formas me pregunto, ¿dónde están estas IKEAcasas en las páginas de buscadores de pisos?, porque yo que llevo varios meses oteando el panorama inmobiliario en busca del perfecto nido y no veo más que casas con muebles del siglo pasado, salones tan oscuros que te da miedo entrar hasta de día, papeles pintados en las paredes del año del pum y baños y cocinas de “Cuéntame”, ¿dónde están las casas con los muebles de IKEA buenos bonitos y baratos?.

Además me encantan los buscadores estos por lo increíblemente malas que son las fotografías de los pisos, parece que en realidad sus dueños no quieren alquilarlos y hacen fotos malas como pegar a un padre, porque si no yo no le encuentro otra explicación. Ejemplos, foto del baño, y se ve el váter. ¿Hola?, ¿en qué momento el váter es el único elemento representativo en todo el baño?, o fotos de la cocina con los cacharros sucios en la pila, o del dormitorio con la cama sin hacer y llena de ropa y cosas tiradas por el suelo, vamos que aunque sea por vergüenza yo pondría la colcha por encima y algo más aparente sí quedaría ¿no?. Pues no, debe ser que las costumbres autóctonas de los actuales dueños representan un valor añadido a la casa, si Felix Rodriguez de la Fuente levantara la cabeza, ¡vaya fauna¡.

Así que me parece que a este paso cuando nos alquilemos una casa vamos a tener que entrar en ella con excavadora, tirar todo a tomar por saco y comprarnos nuestros propios muebles de IKEA, o de donde sean, pero que al menos si son de estilo Luis XVI, que no se refiera a que son realmente de la misma época.

jueves, 23 de septiembre de 2010

La conciliación de las dos vidas, 2

Como siempre digo, me encanta leer el periódico de arriba a abajo, aunque cada vez más me enervo con lo "limitadita" que es la gente. Y cada vez más este blog va tomando forma de "quejario", ¿pero para que está la libertad de expresión?, y ¿qué le voy a hacer si con ciertos temas yo me expreso a modo de quejas?

El boom ha sido la noticia de la eurodiputada que acudió al congreso con su bebé recién nacido colgado con un pañuelo a lo sherpa, para reivindicar la imposibilidad de las mujeres de conciliar su vida laboral y su vida familiar muchas veces o su papel de madres en este caso. Y como dije hace unos cuantos posts, ya de por sí es difícil conciliarla siendo hombres, peor todavía para las mujeres porque no nos engañemos, por mucho que se repartan las tareas caseras que la mujer ha realizado tradicionalmente desde tiempos inmemoriales, hay cosas que un hombre no puede hacer en lo que a hijos se refiere. Si ya de por si debe ser más que engorroso compaginar X meses de tu embarazo con cualquier tipo de trabajo si tu cuerpo se convierte en un zepelín, ¿como se supone que se puede conciliar el trabajo con la lactancia?, por poner un ejemplo, ¿dejando el trabajo cada tres horas y volviendo a casa donde por supuesto alguien tendrá que estar cuidando al bebé en cuestión, previo pago si no se cuenta con la inestimable ayuda de padres, abuelos, etc?. Y por supuesto dando por sentado que uno tiene hijos, no para hacer a sus familiares más cercanos babysitter de la noche a la mañana para que le cuiden a uno a sus churumbeles.

O dejándolo en la guardería si es que has tenido la suerte de que te toque una pública, porque si tienes que pagar la privada más te vale que el bebé no venga con un pan, sino con un buen fajo de billetes debajo del brazo.

O no, seguramente mucha gente piense que para qué amamantar al bebé pasados los cuatro meses de permiso reglamentario. Pues por muchos motivos, como que es bueno para el bebé, y porque es un derecho de las madres a decidir si hacerlo o no.

El caso es que como siempre leyendo los comentarios de la gente, y volviendo otra vez a que la gente tiene unas ganas de bronca que yo "fli-po", algún cretino va y suelta la perlita que copio a continuación: Esa diputada cobra 134.000 euros netos al año. Aparte de eso tiene 4.000 euros mensuales en dietas que no tiene que declarar mas 17.000 euros tambien mensuales para "asistentes" (que en muchas ocasiones suelen ser parientes por sangre o matrimonio). No creo que sea la persona mas indicada para hablar sobre la dificultad de compaginar vida laboral y profesional.

Por un lado este personaje tiene toda la razón del mundo, esta señora no pasa hambre, desde luego, y puede perfectamente pagarse una canguro para el baby, pero es que, pequeño mamarracho, ese no es el quid de la cuestión. No se trata de tener hijos y vivir para trabajar y de este modo tener todo el dinero del mundo para pagar canguros, cuidadoras, extra escolares, o cualquier cosa que mantenga al niño ocupado, tenga la edad que tenga mientras los padres siguen trabajando. Se trata de que los padres, y ya no hablo solo de la madre, deberían poder trabajar, y además pasar tiempo con sus hijos, no el tiempo justo de darles un beso de buenas noches y hasta mañana.

Y como he contestado al comentario del listo: si mujeres como ella con cierta visibilidad no realizan actos simbólicos como este, que den que hablar, las cosas nunca avanzarán en el camino correcto e iremos para atrás, como los cangrejos.

No creo que yo presentándome en mi oficina con mi bebé colgado a modo de mochililla tuviera la misma repercusión. Sorpresa causaría, eso fijo; repercusión lo dudo.

De todas formas con comentarios como los que he leído una entiende por qué estamos como estamos. Sólo le deseo a la gente así que tenga un trabajo que le ocupe media vida, y un bebé tan adorable que le haga querer pasar todas las horas del mundo con él, a ver si aprecia gestos de gente "con tanta pasta" que hagan plantearse dar un pequeño paso adelante a esa otra gente "con aún más pasta" y cuyas decisiones quizá algún día repercutan en que de verdad, ciertas cosas puedan conciliarse.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La Moda y los genes pijos.



Este jueves iba a ser la perfecta noche de chicas, es decir mimejoramigogay y yo yendo a la Fashion´s Night Out organizada por VOGUE en diferentes capitales del mundo con la intención de apoyar a “la moda” y a su vez hacer que con el evento “la moda” sea un ente plural para todo el mundo, en una noche con las tiendas abiertas hasta las 12, cócteles varios y regalitos para aquellos que se pudieran permitir comprar algo en cualquier tienda de Ortega y Gasset, entre otros.

Cuanta hipocresía. Recuerdo como si fuera ayer mi primer (y de momento único) viaje a París. Cuando mimejoramigogay y yo nos plantamos en Gucci en plenos Campos Elíseos con mierda hasta la rodilla porque estaba lloviendo como si no hubiese mañana. Es lo que tiene hacer turismo en chanclas y haber andado durante horas, que los pies se te llenan de polvo, quieras o no.

A lo que voy es que en semejante situación, en dicha tienda en concreto nos hicieron ver muy clarito que “la moda” o por lo menos la de Gucci, no era para nosotros.

Yo a consecuencia le hice ver al imbécil del portero que nos miró de arriba abajo según nos vio entrar por la puerta, que puedo tener “la moda” que quiera cuando se me antoje aunque tenga los pies llenos de mierda y las chanclas llenas de barro, aunque sea mentira porque solo puedo tener lo que me permita mi VISA, pero eso él no lo sabía, y fue toda una satisfacción personal salir de la tienda con un bolso recién compradito (de los más baratitos, pa que nos vamos a engañar). Vamos como Pretty Woman cuando va de compras a Rodeo Drive con su mejor atuendo de fulana.

Volviendo a Madrid en la Fashion´s Night Out… una vez allí me sentí completamente fuera de lugar porque me ví rodeada de manadas de “niñas hiper guays de lo más te lo juro tía osea” con piernas kilométricas, melenas castaño claro perfectas sin puntas abiertas of course, los últimos modelitos como los micro pantalones vaqueros tan micro que parecen bragas más que pantalones, por supuesto ni rastro del efecto “lacasitos” de la celulitis en las piernas, y trotando sobre tacones de 15 cm como si del último modelo de zapas con cámara de aire de Nike se tratara. Y es que lo llevan en la sangre porque sí hay clases y clases, están los genes de a pie, y luego están los genes pijos. A su vez los chicos eran en su inmensa mayoría “señoritos cordobeses” con sus camisitas impecables, sus cinturones trenzados y sus melenitas repeinadas.

Todos tan perfectos que te daban ganas de vomitar, o mejor de vomitarlos encima para que hubiera algo que no cuadrase en su completa perfección.

Y ahí estábamos nosotros, el calvo y la rechonchita, ideales con nuestras mejores galas, pero “diferentes” por cualquier lado que nos miraras. ¡Que no peores ni mucho menos!

¡Ojo¡, yo no tengo ningún complejo de gordura, tengo más que asumido que soy una belleza de tipo latino, con curvas, a lo Shakira o Beyonce pero sin tanto meneo de cadera. Por supuesto tengo kilitos de más pero aún es con diferencia más fácil rodearme que saltarme. Pero es que al lado de estos “tipines escuercíticos” hasta una farola parece estar obesa.

Total, que después de darnos un garbeo y no entrar en ninguna tienda porque aquello parecía la sala de fiestas más “in” del momento, decidimos tomarnos un piscolabis en algún sitio un poco menos chic y más del mundo de los mortales.

Así que imagino que mi próxima compra en lo que a moda se refiere serán como no unos zapatos, (de Zara, la VISA no da para más), la única prenda que sienta bien a las mujeres pesemos 50 o 100 kg. para subirme un poco la moral, a riesgo de que mi maridín me diga que parezco Imeldita Marcos. Algo habrá que hacer ya que no tengo genes pijos en mi cuerpo y soy más bien de “huesos grandes”… pero como dije en la última entrada… y lo bien que sienta de vez en cuando un Big Mac…

Conclusión, que todos los mortales podemos permitirnos ir a la moda, pero “la moda” tal y como se festejó el jueves, no es ni mucho menos para todos los mortales.

viernes, 3 de septiembre de 2010

¡Menos fanatismo y más endorfinas!

Me encanta abrir el periódico online y ver detenidamente los titulares, la sección de Gentes (al fin y al cabo a una siempre le tira un poco de “información rosa”), y me sorprende realmente mirar por encima las noticias sobre guerras, enfrentamientos, coches bomba y muertes que se ven cada día y por las que ya ni me inmuto. Nos hemos hecho inmunes a la violencia porque vivimos inmersos en ella. Y realmente me pregunto ¿qué leches nos pasa?, estamos faltos de una buena dosis de buen rollo, y no es que yo sea especialmente pro-drogas.

Veo una noticia donde cuentan que durante un partido del tenista Djokovic en Nueva York, tres personas acabaron pegándose en las gradas aparentemente porque uno de ellos no paraba de insultar al jugador en cuestión y los otros dos le dijeron que se callara. No se en qué momento eso deriva a rodar escaleras abajo enganchado al tío como si de una peli de dibujos se tratara, pero el caso es que así acabaron según lo que dice la noticia. Y me pongo a leer por curiosidad los comentarios en la misma, y es increíble lo fácil que se cambia de tema a cuestiones totalmente despectivas y raciales. Que digo yo, te puede gustar Djokovic más o menos, a mi en concreto me la trae al pairo, pero que el tema de para sacar a relucir la guerra de Los Balcanes y por tanto todas las anteriores guerras europeas me hace gracia por lo inculta que es la gente por un lado, por otro me da pena, y por otro me asusta las ganas de discutir que tiene el personal, que menos mal que es por escrito y sólo se increpan “del comentario 4 al comentario 2, o del 12 al 9” porque si hubieran estado alguno de estos energúmenos junto con los que se pegaron en las gradas del US Open, aquello hubiera sido una batalla campal.

Así que me quedo con una noticia mucho más entretenida. “El éxito de la hamburguesa indestructible” que cuenta como una fotógrafa está haciendo el experimento de fotografiar una hamburguesa de McDonalds para que el mundo aprecie su nula desintegración después de más de 130 días encima de un plato, y por ende lo poco saludable de la comida basura. También me hace gracia que ella sea vegetariana. Para gustos, los colores.

A mi que me cuente lo que quiera esta señora, pero donde esté un buen menú Big Mac con patatas y bebida “súper”… aunque sea una vez al año que no hace daño… ¡además con la cantidad de endorfinas y hormonas de la felicidad que te hace liberar este tipo de comidas! Que con el primer mordisco sientes como si te hubieran inyectado morfina y ya no pudieras parar de comer y todo sabe taaaan bien y todo esta taaaan rico… ¿nadie recuerda la cara de Homer Simpson cuando come “donuts” y babea?, ¡se le pasan todos los males! Así que recomendaría una ronda de hamburguesas para los “comentaristas” del artículo de Djokovic. Y una dosis de calma para el resto del mundo, que los problemas no se van a arreglar por matar 40 personas más mañana con otro coche bomba, ni va a dejar de haber gente homosexual porque lapiden a un chaval de 18 años. ¡Así que menos fanatismo y más endorfinas!

lunes, 23 de agosto de 2010

¡Las vacaciones!

Ya estamos de vuelta! Después de una semana de trajín por Portugal desde el Algarve hasta Lisboa, hemos aterrizado en Madrid muertos de ir con el coche pa arriba y pa abajo y yo en concreto con los pies curiosamente marcados por la línea blanca donde mis Hawaianas “cubrían” el pie, de tomar el sol “al trote” más que nada.

El viaje ha estado muy bien, descubriendo diferentes pueblecitos y playas de la costa y hartándome de comer pescado y “salada mista”, descansando un poquito con el arrullo de las olas del mar después de comer, y soportando las hordas de gente con muchas ganas de fiesta, griterío y alcohol que resultaron estar en el mismo hostal que nosotros en el completamente prescindible pueblo de Albufeira.

El hostal imagino que estaría bien hace 30 años, pero ahora mismo estaba decrépito, con una mano de pintura eso si, para darle una buena cara.

Nuestra habitación estaba en la planta de entrada, cosa positiva teniendo en cuenta que todo eran escaleras por doquier y que el ascensor era del año del pun y la única vez que lo usamos pensamos que íbamos a palmarla. Así que estar en el bajo no era tan malo después de todo. Si no fuera porque todos los osados que se atrevían a subir en el ascensor tenían que pasar por delante de nuestra puerta, y claro, como la gente está de vacaciones implica que el resto de la gente a su alrededor también está de vacaciones y dormir lo que es dormir, debe ser secundario porque fueran las 10 o las 3 de la mañana, dicha gentuza pasaba por los pasillos pegando gritos, cantando, chancleteando o lo que les viniera en gana. Yo porque no soy muy dada a sufrir brotes psicóticos y tampoco tenía un hacha a mano en ese momento... si no hubiese interpretado a Jack Nicholson en la escena de la foto a las mil maravillas!

Cuatro días con la misma tónica nocturna y por fin pudimos abandonar el “hotel del infierno” y poner rumbo a Lisboa, donde un futuro más halagüeño nos esperaba.

Después de comprobar que como en casa no se está en ningún sitio, (a menos que pases por el aro de pagar 200 la noche, y de ahí pa arriba), ¡de vuelta a Madrid!

Conclusión del viaje: playas preciosas, buena y abundante comida por cuatro duros, Lisboa es la ciudad perfecta para poner el trasero duro como una piedra entra tanta cuesta arriba y cuesta abajo mientras ves la ciudad (¡qué más se puede pedir!). ¡Ah! Se me olvidaba, los Pasteis de Nata es algo que nadie debería perderse, es más, si alguien conoce algo parecido en Madrid, por favor que me diga donde!!


lunes, 9 de agosto de 2010

No cerramos por vacaciones y ME HE VUELTO UNA TEENAGER!!


Voy a hacer la de “me he ido 7 meses pero vuelvo como el que se fue ayer” y vosotros vais a hacer como que no pasa nada ¿vale?

Es que de repente en Abril como por arte de magia aparecí en España de nuevo, y claro, seguir escribiendo un blog con un nombre tan poco representativo para la fauna y flora made in Spain no me parecía. Pero leyendo y releyendo las pocas pero intensas entradas que escribí me dio pena darles el carpetazo y dejarlas reducidas al olvido en un blog muerto perdido en el ciberespacio, así que he decidido no sin mucho meditarlo que Por Encima del Támesis continuará, sin puntos suspensivos. Además algún fan me echó en cara no hace mucho que no me había ni despedido, y con toda la razón del mundo, así que prepararos porque Pura Desmesura vuelve con las pilas cargadas (después de 7 meses si no las tengo cargadas es pa matarme por otro lado).

Bueno tras este pequeño inciso, comentar que aquí el chiringo no se cierra por vacaciones, a pesar de que últimamente y por unas cuantas semanas más los fines de semana son una odisea de km y más km al pobre chiquicoche que tengo por vehículo, encontraré el hueco entre gasolinera y gasolinera para seguir sacudiendo los cimientos de quien se ponga por delante, si me pillan con el pie torcido; o igual para comentaros donde estoy tomando el sol, si me siento más en plan de dar envidia. Ji ji ji.

Entre tanto en esta entrada comentaré que me he vuelto toda una teenager en cuanto a gustos literarios se refiere. Me dio por las sagas y pasé de la Trilogía Millenium que me enganchó por completo, a la saga vampírica de Stephanie Meyer, que me enganchó por completo a la enésima potencia. Nunca pensé que un libro con un argumento repetido hasta la saciedad pudiera dar para tanto, o corrijo, pudiera DARME para tanto, porque parece que no todo el mundo comparte mi afición, o no todo el mundo por encima de los 18 años. ¡Yo es que siempre me he considerado un alma joven! El caso es que me ventilé los 5 libros como si se me fuera la vida en ello.

Mi fiebre por la saga llegó a su cúspide el otro día cuando me dio el berrinche de ver Eclipse (la tercera entrega cinematográfica), y buscando y rebuscando en la red no fui capaz de encontrar otra versión mejor que una de estas de alguien en el cine con una cámara de video, así que vi a mis amados personajes digamos un poco borrosos, o para entendernos, que en algunas escenas la cara era un solo pixel, además de tener al señor de delante de la cámara levantándose cada 20 minutos no se muy bien para qué, y de oir los comentarios de las otras teenagers (como yo, que hay más, no soy la única) cada vez que salía uno u otro personaje y apuntando más que el apuntador. Aullaban cada vez que salía un hombre lobo, suspiraban cada vez que salía un vampiro, vamos que al final disfrutar no disfruté mucho la película, pero me quité la espinita, al menos hasta que salga la próxima peli, ¡o yo vuelva a engancharme a otra saga! ¡Se admiten sugerencias!

jueves, 28 de enero de 2010

La conciliación de las dos vidas.


Acabo de leer un artículo en el periódico graciosísimo. Comenta el Presidente de la Asociación para la Racionalización de los Horarios en España, Ignacio Buqueras, que España debería tener la misma hora que Portugal, que a pesar de encontrarse en la misma situación geográfica cuenta con una hora menos, de modo que cambiáramos nuestros hábitos alimentarios para comer a la una, cenar a las ocho, etc., y así poder conciliar la vida laboral con la familiar, etc ¿cómo exactamente? Me pregunto yo.

No nos engañemos, que no depende de que comamos una hora antes o después, en España se lleva mucho el tema del aparentar en el curro, y digo en un curro de oficina, por ejemplo, donde no en pocos sitios si te vas antes que el jefe estás mal visto, aunque lleves dos horas leyendo el Marca online porque ya has terminado tu trabajo. Eso sí, cinco minutos después de que el jefe sale por la puerta, a ti sorprendentemente se te cae el bolígrafo y te entran las prisas por irte también.

A mi es algo que me ha parecido siempre muy absurdo, porque si yo como jefa tengo dos personas currando y veo que una a las 5 ha terminado y otra hasta las 7 sigue ahí en su sitio (yo asumo, que currando, claro), empezaría a pensar que si el segundo necesita un mínimo de dos horas más diarias para hacer su trabajo, a lo mejor es que es un poco paquete ¿no?.

Por no mencionar los trabajos de comercio donde se trabaja todo el día con 3 horas para comer porque son las horas que la tienda está cerrada. O los que cierran al público a las 9 de la noche y te tienen a ti doblando camisetas como una descosida hasta las 11… ¿cómo se puede conciliar así nada? Llegas tan cansado a tu casa que lo único que te apetece es conciliarte a ti mismo con la cama y mañana será otro día.

Comenta además el tema de reducir los horarios de comida, y esto es algo que no creo que agradara a todos, porque por mucho que alivie una horita al menos por la tarde, a los españolitos en general nos encanta la sobremesa, y el cafelito, y el cigarrito para los que lo quieran tener, y la charlita y el marujeo sobre los platos con los restos de la comida antes de volver al tajo. Por eso la hora de la comida en España dura una media de una hora y media cuando en los países Nórdicos cuánto es, ¿20 minutos?, lo justo para bajar, comprar un sándwich y volver a comértelo delante de tu ordenador. Eso tampoco es sano, ni en lo que a alimentación se refiere, ni en lo que a las relaciones humanas. Así que habría que encontrar ahí un “happy medium” entre cuánto tardas en bajar al bar, ser atendido, servido, etc con el self service de comida rápida + un poco de autismo para llevar.

Así que sí, es un bonito gesto el del sr. Buqueras, pero lo dice como si de la gente de a pie dependiera, como si fuera tan fácil llegar y decirle a tu jefe, - oye, ¿has leído el periódico?, porque sabes que a partir de ahora nada de pajarear haciendo nada sólo para que parezca que dedico mi vida a esta empresa, que si contamos el número de horas que paso aquí en comparación con el resto de mi vida, es cierto; si no que en cuanto termine mi trabajo diario, ¡me piro vampiro!-. Me imagino la cara del jefe.

Y no me vengas a buscar a mi sitio, porque solo vas a ver mi silla dando vueltas de la velocidad de la que voy a levantarme de ella. A lo mejor el sr. Buqueras es su propio jefe y entonces le será mucho más fácil, pero en lo que a muchos otros se refiere, por desgracia a la conciliación de horarios aún le queda por llegar.

miércoles, 13 de enero de 2010

Las fotos de la nevada!!!





Me encanta! he conseguido gracias a mi maridín las fotos de las inglesas saliendo de fiesta bajo la nieve. Esto es como el museo de los horrores! Pasen y vean!